Lo que más me ha impresionado es visitar con algunas de mis nuevas amigas los centros comerciales. Todos están increiblemente iluminados con bombillitas de todos los colores. Todo está lleno de arbolillos. Y si visitas la plaza mayor puedes encontrar un montón de puestos con adornos navideños de todo tipo: desde figurillas de belenes, a espumillón y hasta papa noeles que se cuelgan de los valcones y ventanas con un saco a la espalda.
El frío intenso que asola ahora mismo Madrid no sólo no resta belleza a esta estampa, sino que la embellece llenándo de colorido las cabezas de los transeuntes con gorritos de lana. He quedado con mi compañera de piso en ir a un sitio emblemático de Madrid que no puedo perderme : la churrería San Ginés. Espero que sea verdad que sirven el mejor chocolate de Madrid.
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